Esa manía de tener que definirse
en un mundo atiborrado de significados.
Necesario nombrar una realidad,
para compartir el sentir y la creencia
del diseño nuestro y de la vida,
eligiendo cargar la mochila pesada del feminismo.
Ser un núcleo con un centro escurridizo,
donde más que respuestas hay más preguntas.
De esas que incomodan y provocan,
desde voces latentes, al margen y colectivas,
dando paso a la diversidad de sus componentes,
que desde sus miedos y contradicciones,
deciden hacer para no quedarse en la palabra.
Porque somos prototipo en rediseño constante,
experimentando el convivir.
Lidiando con la potencia creadora,
en un mundo que arde en materialidad.
¿Tiene sentido diseñar la acción?
En clave presente y futuro.
Develar las utopías perdidas
Intentando transformar el poder y sus relaciones
Esas que dañan tanto,y sentimos como injustas
Porque el feminismo nos hace sentir más
Más hondo, más doloroso.
Qué dicha equivocarnos y no ser perfectas.
Bajar la palabra a la acción,
errónea o certera en el devenir de la creación.
Que esas alitas que se sientan rotas,
se unen a esta manía colectiva,
Tejiendo redes con hilos de rebeldía punk
para diseñar lo impensado e incómodo
del futuro, del presente y del porvenir.